jueves, 5 de octubre de 2017

He vuelto!

Hola a tod@s mis fieles seguidor@s! supongo que me habréis echado mucho de menos tras este largo periodo de sequía y que habéis estado sin dormir del disgusto.  Digamos que mis energías para escribir son las mismas que hace unos meses, y mis niveles de inspiración y energía siguen bajo mínimos.  Aún así os merecéis este pequeño post.

A pesar de todo lo comentado anteriormente, mi actividad lúdica no ha parado.  Los Monos nos seguimos reuniendo con periodicidad más o menos semanal y nos juntamos para jugar sobre todo a Rol.  Este año nos hemos centrado en Star Wars D20, seguimos con la campaña El Amanecer del Desafío, y con la Marca del Este, con la Campaña de las increíbles aventuras de Samantha y sus amigos.  Cuando no somos suficientes para jugar a Rol, optamos por algún juego de mesa.


SW 20
Catán SW

Cuando mis padres han bajado de vacaciones he jugado mucho con mi madre a Pachtwork (simioreseña aquí).  Al principio mi madre me ganaba todas las partidas, pero julio terminó con un invicto campeón y agosto, a falta de una victoria, casi.  El juego me gusta, pero, al saber como juega mi madre, ya le tengo pillado el punto.

el diseño ganador del día

Una vez al mes más o menos he quedado con el Club Pijamista para jugar a mesa.  El grupo se llama así por una anécdota que sobre ellos que conté a un amigo y así se ha quedado.   Como es un grupo grande, es complicado encontrar juegos para que todos podamos jugar y nos gusten.  Ya sabéis, los juegos buenos son para pocos jugadores, los serios son muy largos, etc.  Acabamos casi todos los días jugando al Bang! O al Munchkin.  Hace 15 días les enseñé a jugar a Rol con la aventura Hijo Rata y les encantó.  Ahora me están acosando porque quieren jugar a rol todos los días que quedemos.  Aunque por una parte estoy encantado, trato de dosificárselo por miedo a que se quemen.  Me he comprometido a hacerles una aventura al mes como mínimo. La próxima es Nosotros ser Goblins.  El único problema es que generalmente somos 7 y es un grupo complicado de llevar.

Por último he tenido un grupo de jovencitos (25 años) que conocí gracias a un compañero de trabajo que, tras un buen inicio, no ha acabado de cuajar.  Aprovechando mi ludoteca, les llevaba juegos distintos cada vez, pero ya llevamos 3 meses sin quedar, así que será un grupo que, creo, pasará pronto a la historia…

Con esto va el resumen de mi vida lúdica en estos últimos meses.


Nos vemos en la próxima entrada y, ¡jugad mucho hasta entonces!