Si lo habéis leído bien, después de mucho tiempo
sin ganar a un juego que se precie ayer gané una partida a Britania para 5
jugadores usando a los Galeses, Jutos y Daneses. Al principio pensé que había tenido mala
suerte, pero me limité a jugar a la defensiva con los galeses y, como los
romanos y los vinieron después dejaron Gales en paz, pude ir acumulando
puntitos turno a turno. Los Jutos, que
siempre son carne de cañón, misteriosamente también aguantaron hasta el final
de la partida permitiéndome acumular puntitos poco a poco y los daneses me
permitieron ir dar pequeños golpes de mano para conseguir más puntos y
proclamarme rey al final del último turno de juego.
A pesar de todo, no fue una victoria aplastante ya
que el segundo clasificado y jugador revelación de la partida, quedó únicamente
14 puntos por debajo de mí. 230 frente a
216. Una victoria justa pero victoria al
fin y al cabo.
Las sensaciones de la partida son agridulces. Conseguí la victoria, pero era el único que
ya conocía el juego y afortunadamente, no me tuve que enfrentar al jugador
revelación, que jugaba con Belgae, Pictos y Anglos, hasta casi el final de la
partida. La gran cantidad de malas
tiradas que hubo a lo largo de toda la partida por parte de todos los
jugadores. Estoy convencido de que, si
repetimos el juego, cosa que veo complicada dado que la partida casi nos duró 6
horas, pueda conseguir una victoria así contra los que ya conocen el juego.
Nos vemos en la próxima entrada y, ¡jugad mucho
hasta entonces!
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