lunes, 28 de noviembre de 2016

¡He ganado una partida!

Si lo habéis leído bien, después de mucho tiempo sin ganar a un juego que se precie ayer gané una partida a Britania para 5 jugadores usando a los Galeses, Jutos y Daneses.  Al principio pensé que había tenido mala suerte, pero me limité a jugar a la defensiva con los galeses y, como los romanos y los vinieron después dejaron Gales en paz, pude ir acumulando puntitos turno a turno.  Los Jutos, que siempre son carne de cañón, misteriosamente también aguantaron hasta el final de la partida permitiéndome acumular puntitos poco a poco y los daneses me permitieron ir dar pequeños golpes de mano para conseguir más puntos y proclamarme rey al final del último turno de juego.

A pesar de todo, no fue una victoria aplastante ya que el segundo clasificado y jugador revelación de la partida, quedó únicamente 14 puntos por debajo de mí.  230 frente a 216.  Una victoria justa pero victoria al fin y al cabo.

Las sensaciones de la partida son agridulces.  Conseguí la victoria, pero era el único que ya conocía el juego y afortunadamente, no me tuve que enfrentar al jugador revelación, que jugaba con Belgae, Pictos y Anglos, hasta casi el final de la partida.  La gran cantidad de malas tiradas que hubo a lo largo de toda la partida por parte de todos los jugadores.  Estoy convencido de que, si repetimos el juego, cosa que veo complicada dado que la partida casi nos duró 6 horas, pueda conseguir una victoria así contra los que ya conocen el juego.


Nos vemos en la próxima entrada y, ¡jugad mucho hasta entonces!

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