miércoles, 16 de diciembre de 2015

Las mujeres

Hoy comento otro tema personal en vez de hablar de juegos, si sigo a este paso tendré que cambiar tanto el nombre como la temática del blog…

Hoy hablaremos de las mujeres y las relaciones sentimentales o de su falta. Antes de nada no soy un gurú del ligue, no se me da ni bien ni mal.  Creo que podría decir que se me da más mal que bien ya que, suelo vivir en mi mundo, y no me suelo dar cuenta cuando alguna esta loquita por mí.  Sí, mis tiradas de percepción y averiguar intenciones suelen ser desastrosas, pero no son rangos de clase para mí (perdonar la jerga rolera, pero al fin y al cabo esto es un blog sobre juegos)

El 2015 no ha sido un buen año para mí en este sentido.  Tras 10 años de relación me he separado de mi mujer.  Bueno, no ha sido unilateral, sino de mutuo acuerdo así que lo correcto sería decir que nos hemos separado.  Después o durante, más bien, he querido algo más con dos chicas, pero ninguna de los dos intentos ha llegado a buen puerto.  Aunque aún queda algo de año no tengo grandes esperanzas en que mi vida sentimental de un vuelco en las dos semanas que quedan (¿tendré que realizar alguna tirada a ver si me sorprenden?)

Spoiler del siguiente párrafo.  Si fuese después sería el resumen

La primera de las chicas especiales es una chica de nombre francés pero sin ser francesa, ya la conocía puesto que me la presentó un amigo común, aunque nunca habíamos coincidido ambos sin pareja (bueno supongo que alguna vez sí, pero no conociéndonos).  Así pues comencé la operación acoso y derribo de la chica de nombre francés sin ser francesa.  En un primer momento fue muy bien.  Hablábamos mucho y a todas horas, quedábamos mucho, aunque nunca a solas (Warning, Alarm, Alarm!, Aunque no me pareció preocupante en aquel entonces), me invitó a su cumpleaños, me presentó a sus amigas, pasé el examen, pero nunca quería quedar conmigo a solas.  Las respuestas no eran noes rotundos, sino un todavía no o un aún no (más Warning, Alarm, Alarm!).  Su excusa favorita era que no estaba aún 100% separado.  Yo insistía no tras no (otra cosa no, pero tonto y pesado un rato) y la respuesta siempre era la misma, aún no, más adelante, luego…   Vamos que al final me enteré que por un amigo que la chica de nombre francés sin ser francesa estaba con un chico al que también conocía y que no tiene nombre francés.  Vamos que la cara de tonto que se me quedó…  sinceramente no entiendo la razón por la que no fue capaz de decir las cosas claras desde el principio.  ¿Es sólo cosa de las chicas con nombre francés sin ser francesa o es cosa de todas las mujeres?  ¿Me quería de segundo plato?

La ciudad bíblica con nombre de mujer, o ¿es al revés?

La segunda chica tenía nombre de localidad bíblica, siempre he tenido debilidad por las chicas con ese nombre, no me explico la razón.  Así que ya lo sabéis chicas, si tienes nombre de localidad bíblica ya has dado un primer paso hacia mí.  La chica de nombre de localidad bíblica era compañera de trabajo y comenzamos a hablar en el pasillo.  Poco a poco las conversaciones con la chica de nombre de localidad bíblica fueron alargándose más y tocando temas más personales.  Finalmente le pedí su número de teléfono y quedamos un par de veces y comenzamos a hablar mucho.  Me llamaba mucho, me contaba que estaba on fire y justo un día antes del día D, tuvo un accidente de coche, seguimos hablando mucho, bromeando mientras esperábamos su recuperación.  Tras su recuperación, de repente mi presencia era causa de incomodidad total para la chica con nombre de localidad bíblica.  ¿Y eso? Según ella estaba equivocado con ella y que ella jamás quiso más que ser mi compañera de trabajo.  ¿Tan torpe soy que me equivocaba con las señales que la chica con nombre de localidad bíblica me enviaba?  Lo comenté con uno de mis mejores amigos, que tiene nombre de dictador ya fallecido, y era de mi misma opinión.  Inexplicable, las señales, los comentarios y actitudes apuntaban en la dirección correcta.  ¿Qué les pasa a las mujeres? ¿Tan difícil es decir lo que hay que decir?

Tras llegar a este punto del post, pensarás: “¿Y este “luser” para que me cuenta estas cosas?” y la respuesta es muy sencilla: no entiendo a las mujeres.  No sé la razón y no puedo iluminaros y, si esperabais leer otra cosa, y que consiguieseis el método perfecto para ligar, siento mucho haberos defraudado.

!A por las mozas! digo... !A por los molinos!

Una cosa que la chica con nombre de localidad bíblica y la chica de nombre francés sin ser francesa tenían en común es que no estaban en su mejor momento.  Una buena amiga con nombre de cantante eurovisiva me comentó que sólo tendía a fijarme en mujeres con problemas.  Lo llamó el síndrome del caballero andante.  ¿Será ese mi problema y no la falta de comunicación de las mujeres?  Sencillamente, no lo sé.  Supongo que deberé comenzar a multiclasearme y ver si así las cosas mejoran.  Aunque ahora la pregunta es ¿Qué segunda profesión escojo?

¿Qué seré en el futuro?


Nos vemos en la próxima entrada y, ¡jugad mucho hasta entonces!

No hay comentarios:

Publicar un comentario