Ya hemos acabado con la tercera edición del desafío de los 30 días.
Creo que puedo afirmar que este año sí que ha sido un auténtico desafío. No
sólo por el cambio en la organización como por la temática.
Me ha gustado que fuese tan creativo y algunas de las ideas que se han
publicado han sido verdaderamente geniales y con gran potencial. Es posible que no sea posible aunarlas todas
en un todo coherente, pero hay muchas y muy buenas ideas para crear algo
memorable.
La parte negativa, porque todo tiene una parte negativa, ha sido la
mezcla de organización con la temática.
Las preguntas debían aparecer con dos días de antelación y no siempre ha
sido así. Cosa que no sería tan mala si
no lo mezclamos con la temática creativa.
No es fácil cumplir con los plazos y que te venga la inspiración sin tiempo para pensar las cosas. Además
mezclamos un tercer factor, el tiempo. Trabajando
y/o con hijos el tiempo a dedicar se reduce. Las cosas se pueden hacer pero con un poco de
margen. Si juntamos el retraso en
publicar las preguntas, que son creativas y el resto de nuestra vida, tenemos
como resultado la multitud de participantes que se van cayendo del desafío, más aún cuando hay que leer las publicaciones del resto de participantes para poder seguir contestando.
Aun así, creo que el desafío, tanto este como los anteriores, es algo
positivo y que debemos seguir haciendo. Que
los problemas sólo nos ayudan a hacerlo mejor la próxima vez.
Nos vemos en la próxima entrada y, ¡jugad mucho hasta entonces!
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